7.10.10

Prioridades

Jueves, 7 de octubre, esta mañana me he levantado a las 7.32 (aunque llevaba despierta desde las 7) me he duchado, depilado, maquillado, secado y alisado el pelo, probado 10 conjuntos diferentes, elegido uno adecuado, me he puesto las botas de taconazo y he salido 1 hora antes de lo habitual para llegar a tiempo a mi cita con la directora de recursos humanos.

Cuando tengo una cita con un chico, todo el proceso dura exactamente la mitad de tiempo y el margen para no llegar tarde también.

Mis prioridades están claras.

19.7.10

2 cosas qué jamás había hecho

Lunes, 19 de julio, la semana pasada hice 2 cosas que jamás había hecho antes:

1. Subirme a una barra de bar a bailar con un bombero. Si un bombero te dice de subir a una barra del bar y estira de tus brazos desde arriba y consigue levantarte, es imposible rechazarlo.

2. Hacer el regimen más fugaz de la historia: empezar el desayuno a las 10 y dejarlo a las 12 para ir a comer a McDonalds.

A ver qué me depara esta semana con nuevo trabajo...

6.7.10

Todo cambia y sigue igual

Martes, 5 de julio, todo ha cambiado. Mi casa ya no es mi casa, mi compañera de piso ahora es él, mi cuarto tiene puerta y armario, cómoda y estantería de ikea. Tengo salón. Y subo 5 pisos andando. Tele gigante de las que a ellos les gusta y sofá para dormir la siesta.

Y todo sigue igual, estoy contenta y asustada, quiero hacer muchas cosas que llevo retrasando a cuando el máster esté finiquitado, y para eso quedan 10 días.

¿Qué me espera entonces? Retomar la lectura, empezar en una empresa enoorme, quizás (aunque dicho con la boca pequeña) el gimnasio, e incluso en un alarde de optimismo un fin de semana en alguna playa de aguas cristalinas.


No soporto la espera.

16.5.10

Tengo miedo

Domingo, 16 de mayo, ahora que el fin de semana llega a su fin, el recuento total es de 4.

4 mujeres he visto este fin de semana con mocasin negro y calcetín blanco. Y ellas tan contentas.

Tengo miedo de la moda. Sobretodo de que vuelva esta.

11.5.10

Fumanchu participa en Star Wars

Martes, 11 de mayo, he retomado el gimnasio ahora que sé que este verano tendré que usar el bikini 5 días, he decidido empezar la puesta a punto.

Así que mi mejor voluntad, mi amiga y yo nos dirigimos al gimnasio. Como la última clase dirigida nos mató, decidimos, así con un nivel de masoquismo integrado de serie, hacer otra clase. Esta vez Body Combat.

Para que entendais la situación, la clase ha empezado con Fumanchú haciendo la postura de saludo de sumo, a continuación ha decidido hacer una mezcla de rambo y Star Wars. Todos actuabamos como si tuvieramos un sable láser invisible, que agitábamos por encima de nuestras cabezas, para acabar gritando Ju-Ja! añadanle a la mezcla los puños y el movimiento de pies de Rocky, a Fumanchu pasando por nuestro lado y haciendo reverencias, y una monitora negra que parecía salida del cuadrilatero de Brooklyn, y entenderéis porque ha sido una clase de lo más raruna y poco aprovechada.

Lo mejor de todo, el final, la relajación en postura Flor de Loto. Vaya usted a saber.

10.5.10

nos hacemos adultos, que no viejos

Lunes, 10 de mayo, han pasado 2 cosas que me han hecho darme cuenta que el término adolescente ha dejado de aplicárseme.

1. El viernes por la noche llegué a casa y planché. Sí, después de estar años independizada, he dado el paso y he planchado. No sé si unirme a un grupo de terapia.
2. He descubierto como 20 canas nuevas en menos de 1 mes, bueno igual son 4 y yo soy una exagerada, pero 4 en un mes!! a este ritmo tendré una larga melena plateada antes de que se acabe el año (vuelve a hablar mi yo exagerada).

Y sumas mudanzas, y relaciones fracasadas, y trabajos, y reconoces las modas que vuelven y que ya has usado, y empiezas a ser un adulto (que no vie
jo) que sigue siendo joven.

17.3.10

Super-woman

Martes, 16 de Marzo, un día en la vida de Superwoman debe ser muy parecido a un día en la vida de cualquier parisina. Dejando al margen lo de salvar a la humanidad y deshacerse de los villanos.

Cualquiera en esta ciudad lleva un bolso 2 veces del tamaño de su cabeza, en el que deberá meter entre otros objetos: el tupper con la comida, unos zapatos planos para cuando los taconazos sean inaguantables, algo para leer en el metro, el kit de maquillaje de emergencia, las llaves, el móvil, la agenda, la tarjeta del metro, la billetera, un paquete de kleenex, un pañuelo para el cuello (opcional), una barrita energética baja en calorías y una botella de agua.

Si añadimos el día del gimnasio, la bolsa con la ropa deportiva, la mujer parisina puede afrontar un día sin necesidad de pasar por casa desde el momento que sale por la mañana hasta el momento en que vuelve por la noche.

Por eso mismo, he decidido que en realidad Superwoman no viene de kripton, sino que etsá emparentada con los caracoles que se desplazan con su casa a cuestas. Y luego preguntan por qué llevamos bolsos tan grandes.

24.2.10

Las hormigas en el metro

Miércoles, 24 de febrero, todas las mañanas sigo la misma rutina al salir de casa. Cruzo la calle, camino hacia el metro, cambió de acera entre el 7º y el 8º paso de peatones, porque así es mejor, llego a la parada del metro, avanzo por el andén hasta situarme al final, que es donde está la salida para mi conexión, subo al metro y bajo en la siguiente parada.

Está científicamente comprobado que a las 8.30, la parada tiene olor a croissant recien hecho, calentito y con la mantequilla fundida, y a las 9.15 el olor es de pizza. Esto no sería sorprendente si no fuera porque en esta parada no hay ninguna panadería ni sitio de comida.

El metro de París, es un enorme terrario, lleno de agujeros y pasillos y gente que se asemeja a las hormigas con sus abrigos negros. Lo más colorido que he visto esta semana ha sido un abrigo gris. Y las hormigas tienen su ruta, y avanzan y siguen los caminos marcados, hasta llegar a su destino, sin reparar en que a su lado viajan siempre las mismas hormigas.

Me preguntó si la llegada de la primavera cambiará las costumbres de las hormigas.

26.1.10

sin novedades en el frente

Martes, 26 de enero, después de la visita y de unas semanas más o menos relajadas, retomamos la rutina de dormir poco, trabajos en grupo, broncas en grupo, presentaciones, lavadoras...

Hasta la rutina vuelve al tiempo Parisino, y si hasta esta semana hacía un frío "llevable" vuelve la nieve y los bajo cero.

Lo único que cambia es que he aprendido a tricotar, bueno, sólo del derecho, y que estoy haciendo un bolso de manera superprofesional con máquina de coser y todo...

Esta semana examen de una asignatura muy muy rara y super presntación con empresa. Cuando acabe el jueves recuperaré el tiempo para mi y mis visitas culturales, antes de que quiten las exposiciones de los museos.

Bueno, vale y a lo mejor también para pintarme las uñas y hacer el último tour de rabjasq ue acaban el domingo.

15.1.10

el zapatero, el frutero, la panadería...

Viernes, 15 de enero, aprovechando que es una de esas raras ocasiones en las que no tengo clase el viernes, y que a la visita que ha estado aquí le cancelarón el vuelo y tuvo que alargar su estancia un día más de lo previsto, esta mañana hemos juntado los bártulos y nos hemos ido a recorrer el barrio.

Para estar en París, mi barrio es muy barrio todavía. Para llegar al metro recorro una calle toda recta donde hay cafés (por supuesto), pero también el ayuntamiento de la zona, un colegio, una piscina, un parque, un carrusel para los niños, un zapatero, un supermercado biológico, una frutería, un sitio de kebabs, un chino, un japonés, 2 panaderías, 3 peluquerías, una tienda de electrodomésticos, una masajista china (no sé si de los de final feliz), varias tiendas de ropa, una tienda de chucherías, un mercado de frutas y verduras y hasta un churrero!

Y esto es una calle de no más de 100 metros! imaginaros si describo que en la paralela hay 3 supermercados más, otra panadería, la perfumería, la lavandería, la tienda de cómics...

Así que unas veces me siento como si viviera en Barrio Sésamo y otras, como hoy, como una ama de casa hablando de lo caros que están los tomates y me pone usted media dócena de huevos que voy a hacer tortilla.

8.1.10

París rebajado

Jueves, 7 de enero, París está rebajado. Además de cubierto de nieve.

Ayer empezaron las rebajas y aunque no fui a las 8 de la mañana (hora en la que abrían las tiendas) fui por la tarde y aprovechando que esta mañana no había clase, he vuelto a ir. Hay colas en las tiendas. Hay productos agotados y hay gente deprimida porque no se ha comprado lo que quería o no está lo bastante rebajado.

Es un mundo raro donde se hacen colas fuera de las tiendas estando a -2º para poder comprar un bolso o incluso una cartera. De momento no soy una de ellas, pero para verano creo que me habré convertido.

Si no buscas nada concreto, puedes estar tranquilamente de rebajas, pero como quieras algo, especialmente si es un best-seller, la llevas guapa...

Por otro lado las clases han empezado con fuerza y hemos estado aprendiendo a coser a máquina. La semana que viene nos vamos de viaje y por lo visto estaremos en medio de la nada. Ayer circuló una nota al respecto.

Sabes que haces un máster sobre el lujo cuando en vez de pedir botellas de calimocho, la notita pide botellas de champán. Feliz año!