Lunes, 19 de julio, la semana pasada hice 2 cosas que jamás había hecho antes:
1. Subirme a una barra de bar a bailar con un bombero. Si un bombero te dice de subir a una barra del bar y estira de tus brazos desde arriba y consigue levantarte, es imposible rechazarlo.
2. Hacer el regimen más fugaz de la historia: empezar el desayuno a las 10 y dejarlo a las 12 para ir a comer a McDonalds.
A ver qué me depara esta semana con nuevo trabajo...
19.7.10
6.7.10
Todo cambia y sigue igual
Martes, 5 de julio, todo ha cambiado. Mi casa ya no es mi casa, mi compañera de piso ahora es él, mi cuarto tiene puerta y armario, cómoda y estantería de ikea. Tengo salón. Y subo 5 pisos andando. Tele gigante de las que a ellos les gusta y sofá para dormir la siesta.
Y todo sigue igual, estoy contenta y asustada, quiero hacer muchas cosas que llevo retrasando a cuando el máster esté finiquitado, y para eso quedan 10 días.
¿Qué me espera entonces? Retomar la lectura, empezar en una empresa enoorme, quizás (aunque dicho con la boca pequeña) el gimnasio, e incluso en un alarde de optimismo un fin de semana en alguna playa de aguas cristalinas.
No soporto la espera.
Y todo sigue igual, estoy contenta y asustada, quiero hacer muchas cosas que llevo retrasando a cuando el máster esté finiquitado, y para eso quedan 10 días.
¿Qué me espera entonces? Retomar la lectura, empezar en una empresa enoorme, quizás (aunque dicho con la boca pequeña) el gimnasio, e incluso en un alarde de optimismo un fin de semana en alguna playa de aguas cristalinas.
No soporto la espera.
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